miércoles, 27 de mayo de 2015

NUMEN







- NUMEN -



"....Y canta, cantas por las noches parecida a la locura...."
                                                  (Leopoldo María Panero)



El reflejo de la noche en el charco
es una mentira que prevalece
sobre los envites de los autos.


La barra de un bar postrero
cuelga a la ramera musa
sonriendo desde su tatuaje
sobre el pezón.
La ginebra avala todos los dioses
desde la garganta a la cima de la lengua
como el ruido del corcho
circulando por la mente.
En el fondo del vaso urge pasión,
el impacto de una frase dolorida
que se diluye en la boca
con un acólito mutis protector.
Arrastrarse sobre perecederos mares
atropellando aceras y bordillos,
monigotes de barro repintados,
sueños descarriados asolados por crepúsculos;
el universo entero abigarrado
contra la cristalera del bar.
A la puta inspiración se le derrama
una lágrima de semen sobre el tatuaje
mientras se limpia las rodillas
del serrín de todos los egos.
Nadie inquieta a nadie
porque la espera es una muerte
adosada a los talones
latiendo en un decapitado segundero.


Al borde del último trago,
del poema que se enrancia en las entrañas,
una mirada al espejismo ebrio
que brota entre las nalgas de la noche.
El sonido de varias monedas
y el desplome irritado de un cierre
son una sobada fotografía
que embadurna la página en blanco.
Lo demás es una mentira
que prevalece grosera
sobre los envites de los autos.


©copyrightkabalcanty
www.facebook.com/vertikales21
(Fotografía de Maja Vuckovic)




miércoles, 6 de mayo de 2015

ESCRIBIR









- ESCRIBIR -

"La mayor parte de la escritura
se hace lejos de la máquina de escribir"
                                                                                               (Henry Miller)

Suena la salmodia
atravesada de sien a sien,
el vaso empañado de cerveza,
el pitillo requemado
al filo de la mesa,
la noche inmensa descansando
de tanta intuición baldía.

El papel presume despoblado
ante el bolígrafo yerto
y el segundero guillotina
los pies descalzos de la musa.

El escritor dormita ebrio
consonante con la página blanca
que desafió su esbeltez
hasta olvidarle al borde
del sueño vencido.

La hora pasa inadvertida
al ronquido de la garganta
encharcada en tinta,
un resuello acaparando
nigromantes que decapitan cuervos
sobre el blancor acendrado.

Desesperado,
traidor a todas sus sobriedades,
al alba escribirá contra sí mismo
como una súplica que purgue
sus ojeras de mortaja,
su incestuoso hado
copulando en sus labios
entreabiertos
con el esperma
que no tinta palabras.
A la luz del día
será un cautivo
que sólo viva
al eje de las sombras.

© Kabalcanty
(Fotografía de Hugh Kretschmer)