La realidad es una
calumnia
urgiendo al desvelo
del ensueño.
La vía de tu espalda
es un surco lácteo,
finito
en la caverna de tu
sexo.
Una palabra estampada,
crecida en el espejo,
arbolando el cuarto,
tupiendo el tiempo.
Un buque
fantasmagórico
de tripulantes
redivivos
encallado en el
asfalto.
Un diluvio de fuego.
Es la quietud lo que
perturba
a la tosca realidad,
la fallecida
respiración,
la opresión del
silencio,
el ojo pétreo y
desecado,
el sosiego perpetuo.
El delirio en reposo,
sin sustancia, sin recelo.
Kabalcanty.copyright©
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