domingo, 30 de septiembre de 2012





Así como desciendes
(el pelo suelto confundido en tus pupilas)
entre los chasquidos ruborizados de las sombras
                       apagándote
                        en un escape de sílaba carcajeada
                        olvidándome en mi mirada
te meces orgullosa
                        desnuda
                        levantando tus piernas hasta el mentón
en los alféizares del deseo
que descansan de su caída al vacío

(Kabalcanty. 1993)

viernes, 28 de septiembre de 2012

POÉTICA









POETICA


Los versos brillan despiertos
en el tapiz de un cáncer hipócrita
derramado como sospecha fúnebre
en el sarampión maligno de una hoja
Mata como el oficio mata
y hierve las venas
en un palabreado desespero
que justifica postreros silencios

(Kabalcanty. 1993)

miércoles, 26 de septiembre de 2012

EL PARTO LITERARIO DE KAFKA


EL PARTO LITERARIO DE KAFKA


Ahí
en los subsuelos
dónde se vio horriblemente veraz
desnudo de sus ropas
del quehacer fraudulento
                                    el flaco hipocondríaco
                                    sublimó la bilis
                                    sofocándose con las ausencias
                                    en forma de viento
                                    y rumiantes sílabas


Laberíntica escalera
dormía en los deshechos
de una eternidad violada
tras sus espaldas cargadas
de un filtrado fósil llorón
Un pétalo ajado
vetusto de hermosura remota
colgaba de un hilo de su dedo
como el respeto del tiempo
con una pétrea obstinación
Su voto solitario
                                    una pequeñez poderosa
                                    ignorada
                                    de escarabajo
pendiente de un temor
que franqueaba hacia firmezas
libres de culpa
remitentes con la ilusión desdichada
que acalla la ebriedad
repantigada en un soslayo
pretenciosamente legal
Escandalosas zumbaban por el habitáculo
las briznas de hierba
desafiando su temblorosa verticalidad
que amarraron las gargantas condenadas
a los espectrales abalorios insomnes


Ahí
en los subsuelos
dónde se vio horriblemente veraz
quedó sentenciado
a chistarnos descarado
sobre nuestro frío estival

(Kabalcanty. 1994)

lunes, 24 de septiembre de 2012












¿Qué pudo decir
cuando cerró los ojos
y vio el miedo pintado de incertidumbre
en el tiempo que gastaba
coloreando sus prestigios amistosos
para sentirse observado?
¿Qué pudo decir él
tan enorme
enfundado en su abrigo de piel vuelta?
Apenas nada
Una turbación momentánea
que fumigó con la rabia de su auto
saliendo el primero en el semáforo
Sin embargo
personalmente
confundió su espejo retrovisor
con una lejanía inasequible

(Kabalcanty. 1994)

viernes, 21 de septiembre de 2012






Una maldición se descerrajó desde sus adentros
elevada en colérica aspa inmisericorde
rapando tergiversados emblemas
pendientes de sinfónicos consejos
Aquel pedazo inmóvil de mar
                                   aquella sabiduría salada
                                    enseñoreada en tu teórico deseo
                                    hueca
                                    meciéndose en el filo de su soga
te empapó el bajo vientre
con olas de obscenas posturas
espumándote universos
de sinceridad plata

(Kabalcanty. 1996)

domingo, 16 de septiembre de 2012






Y ella
encantada por relatos rosas
se teje en una sábana de seda
en espera de mostrarse
al protagonismo lunático
de los romances enloquecidos
Animosamente se piensa
recostada en el hombro fiel
acariciada en un derroche
sin arrugas que desvirtúen la espera
sin soledades que deserticen su sexo
Corren los tiempos instantáneos
dónde paciente se convierte en polvo
en una nube de ilusiones fantasmales
de cadenas de goma
que ni rechinar fatuo dejan al disfrute
En la legaña del alba
ella mira su amarillenta seda
con la trascendencia de la costumbre
cuando un ronco motor
escandaliza sus oídos

viernes, 7 de septiembre de 2012


AGOSTO  1936
( A F.G.Lorca)


Los machos te mataron
corneándote con sus testículos
allá dónde sus bilis
                        ideología de pistola
parecían mansas
                        sombreadas con la sencilla postura
                        que hasta la muerte
                        olía a seducción de rosas
Treinta y ocho esperas
puliendo el bullir del pie descalzo
en tu estante floreado
                        en el diluvio del ay
                        enfundado en el sortilegio
                        de tu quehacer
                                    diciendo de la llaneza
Siglo veinte abajo
sigue tu versificado espectro
                                    por siempre
                                    demasiado confundido con palabras
estirando la falda del plenilunio
bruñendo sombras alabastradas
en el interludio del romance
trasluciendo fuego de castañuela
y confidencia de guitarra
Te mataron los machos
                                    Federico
sin sospechar la complicidad
que te brindó              que nos brindó
tu muerte


(Kabalcanty. 1995)