viernes, 31 de enero de 2014








Fue el signo de la noche:
una feliz pereza inalterable
que colgaba ajena del almanaque.
Un brindis espontáneo, sin razón,
y un elocuente silencio
enroscado en un obstinado deseo.
Bailamos en el quicio de la barandilla,
forajidos entre el bien y el mal,
mientras el esperpento del vértigo
se retorcía aburrido en el fondo.
Encelados en la noche, sin duda eternos,
redimidos de todas luces.

Kabalcanty.copyright©





miércoles, 29 de enero de 2014





No seremos tus ideales así:
embadurnados de intenciones
urdidas en el sextante onírico
que nos inculcó la sinrazón.
No, ni siquiera nos reconoces
acérrimos a la quebrada burla
y dominados al embeleso
que nos llora o ríe indiferentes
al hartazgo de las horas.
No, ni tu ceñuda mirada
nos tornará tu fanática simetría.


Kabalcanty.copyright©

lunes, 27 de enero de 2014

REENCUENTRO





REENCUENTRO



Cantabas
                                                           te aseguro que te escuché
                                                           elevar notas en sordina
                                                           tras tu baluarte naranja
eclipsando el claxón
la conversación
la música
la risa..........
Tan sólo me permitiste
la mirada
No hablaré de un empuje esotérico
ni diré de una pasión instantánea
hablaré de un reencuentro
con el perdido y siempre rastreado
quid de mis sueños
Un reconocimiento de Sombrereros
brincando de hilo en hilo
bajo en fondo repleto de guisantes rojos
De Harrys Hallers aullando solapadamente
inducciones al suicidio
De preñados minutos de besos
De almenas techadas de estrellas
De abrazados sueños desnudos
De paseos navideños agazapados
en una contenida ilusión infantil
De noches de jadeos sin freno
De pequeñas eternidades cotidianas
De néctares de lágrimas
De olvidos esperados
De amaneceres parisinos
De inmolaciones a la carcajada
De..............





                                                           Cantabas
                                                           te aseguro que te escuché
                                                           afinar tu cuerda
                                                           en un rayo de aquella tarde




                                                           Y yo
                                                           renegando de la cera de Odiseo
                                                           te dejé embrujarme
                                                           sirena


                                                     Kabalcanty©1985


(Fotomontaje de Grete Stern)


viernes, 24 de enero de 2014

CONTESTATARIOS








- CONTESTATARIOS -


- I -



Fuimos sinfines de espinas
cuando decapitamos las rosas blancas.
Antes, nevadas de polvo, incipientes de moho,
se ofuscaban en primaveras múltiples
soportando la belleza prosaica
de la admiración difundida al paso
o la indiferencia del riego por aspersión.
Juiciosamente, nos zanjaron por pena capital,
muerte administrativa y veloz, feliz,
y nos sumieron en ánimas mordientes
adheridas a una corola de dardos
festejando alergias en nariz oportuna. 







- II -



Quebramos el cielo
y tuteamos a dios,
entre risas y versos enlodados
rescatados de todas las vilezas
que acuñaban nuestras biografías.
Éramos una voz elevada,
ni siquiera nada solvente
para los que suspendían el futuro
entre estadísticas de riesgo.
Nos dio por dejar de movernos,
conocida ya la vacuidad divina,
y pudrirnos juntos,  y distantes,
hasta que el hedor nos semejara.

Kabalcanty.copyright©















jueves, 23 de enero de 2014

PENITENCIA







- PENITENCIA -



Llovía entre las piedras del arrecife
predispuesta la intuición del amanecer.
En el estallido del cielo,
caravanas afiladas de nubes gríseas
ribeteadas de un sarpullido rojizo,
aguardaban con paciencia desesperante.
Una mar de talante aceitoso,
desmayadas olas sin quejido,
le acaricia los pies dejándose,
eructándole el salazón de la brisa
y despejándole sus cabellos del cuello.
Dejó de sollozar, raudo todo,
con la escandalera de gaviotas
y sus atisbos avaros de presas.
Desde su perfil húmedo
rutilaba el derrame solar
como una historia breve e imprecisa
desmadejada al cutis de charol de las rocas.
Desde la costa sonó la vida,
tal vez un crepitar de un motor
o la pisada de una palabra desperezándose,
él resguardó las lágrimas en un pañuelo
y miró con desdén cómo aclaraba el horizonte
su línea inalterable de costumbre.

copyright©Kabalcanty.All rigths reserved


miércoles, 22 de enero de 2014










Cerca de un final
                                                           me parece
                                                           que entonces
                                                           ya te reconocí
me dibujas
persiguiendo
un vértigo ventoso
de un todavía incierto
retazo volátil
acuñado en niñez

Kabalcanty©1993



lunes, 20 de enero de 2014






Finalizó la prosa del cielo
en un ¡zas! de descuido
que fulminó estrellas
¡Llovió la piel de la estrella!
La mar hinchó su pecho de ola
y las orillas soñaron espumas
Las calles cesaron su humareda
y retornó el vaivén de las piernas
capacitadas para ser libres
Las montañas irguieron sus pezones
de puro placer de caricia
La oscuridad se disolvió en resplandor
lavando los rincones de sangre
Los campos establecieron primaveras
pintando las retinas de verdores
La fábrica tomó asiento
La vida y la muerte comprendieron
su hermandad de siempre
Las aves carroñeras emigraron
al confín de una fosa
El agua manó de las cárceles
Los pájaros aplaudieron al aire
Los vientos barrieron tormentas...........




Y el amor descansó en mi regazo


Kabalcanty©1992



viernes, 17 de enero de 2014

PENITENCIA




- PENITENCIA -



Llovía entre las piedras del arrecife
predispuesta la intuición del amanecer.
En el estallido del cielo,
caravanas afiladas de nubes gríseas
ribeteadas de un sarpullido rojizo,
aguardaban con paciencia desesperante.
Una mar de talante aceitoso,
desmayadas olas sin quejido,
le acaricia los pies dejándose,
eructándole el salazón de la brisa
y despejándole sus cabellos del cuello.
Dejó de sollozar, raudo todo,
con la escandalera de gaviotas
y sus atisbos avaros de presas.
Desde su perfil húmedo
rutilaba el derrame solar
como una historia breve e imprecisa
desmadejada al cutis de charol de las rocas.
Desde la costa sonó la vida,
tal vez un crepitar de un motor
o la pisada de una palabra desperezándose,
él resguardó las lágrimas en un pañuelo
y miró con desdén cómo aclaraba el horizonte
su línea inalterable de costumbre.


Kabalcanty.copyright©

jueves, 16 de enero de 2014

ESCAPARATES






- ESCAPARATES -

(Manuel Vicent, El País  25-9-2011)


Cuando tomé la gran avenida,
mi soledad, circundada por tantos,
aderezada, se hincó en mis sienes
y se acodó en mi garganta con desparpajo.
Raudos, los colores de los automóviles
se desmigajaban sobre la calzada
siendo pasto infértil de la velocidad.
Atardecía el verano moribundo
entre toda la pulsión contaminante
que arrastraba un viento vago
arremetiendo contra indolentes fachadas
y prefabricados teatros musicados.
Mi pitillo consecutivo fue un lastre,
respiré agobiado por inercia
con el coral desacuerdo de mi cuerpo.
Indefenso, la publicidad dolía,
jactanciosa en los escaparates
tal punción que siega los ojos
y trepana los sesos con dejadez.
Una arcada me pensó titubeante
al candor de un semáforo en rojo,
un infinito minuto espiritual
subyugado a la lírica de la oferta.
Carteles fluorescentes atestiguaban
que los simios volverían a destruirnos,
que una medianoche en Paris podría amanecernos,
que el árbol de la vida era delgada línea...........
Pasar por dichosos era sencillo,
todos juntos desunidos en un ajetreo
conduciéndonos a las encrucijadas callejeras
con el dictamen de paralelos escaparates
donde donábamos la huella de la nariz.
Un autentico jadeo nos significó
desplegados todos los desesperados.
Una primera piedra hundió el cristal
y el lujo y sus excrementos
pudieron fundirse entre nuestros dedos.
Sobre el frenesí cabalgábamos, poseíamos,
y en una lágrima de sudor nos expandimos
por el sumidero de las revoluciones
que se apostó, intratable,
al futurible cobijo del bordillo.
La noche ardió en los contenedores,
el botín de los plasmas extrafinos HD
volaba carcajeando la victoria
mientras los móviles inmortalizaban
los sabrosos ambages de las felicidades.
Fue una madrugada de sirenas
con la Luna troceada
por unos cirros viajeros
de cabelleras sonrosadas.


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lunes, 13 de enero de 2014





Eres inmune a mi descreimiento,
apenas te rozo en la hoja inmaculada
y me desvistes de lo que no soy:
motivándome todos los olores
y febril mirando al horizonte.
Me atrevo, desafiando al quebranto,
a insinuarme con un dedo
sobre tu gaseoso trazo,
de puntillas,
a espaldas tuyas,
sin que sepas de mi credo
para enfermarte mortal.

Kabalcanty.copyright©




viernes, 10 de enero de 2014




"Os cubriré de realidades que os realizarán",
dijo el oráculo desde su eco recóndito
tras un spot aconsejando mahonesa ligera.
Pero nosotros ya deshilábamos la esencia
de la mágica yema del huevo
y nos percutía el caudal alcanzado
con una proclama de vítores alabanciosos
sobre el tálamo de todos los éxitos.
¡Fuimos tan felices, gratos semejantes,
en aquella vorágine de la inmediatez,
de llegar antes para perpetuarse!

Kabalcanty.copyright©

(Fotomontaje de Jindrïch Heisler)





miércoles, 8 de enero de 2014

DOLOR



- DOLOR -



No nos maravilla tu caparazón,
preso en los labios resecos
y perfumado en botica que contiene
el apremiado paso del indolente.
Habitas estancias cerradas, lacradas,
que filtran filiforme luz
desmayada a los pies del lecho
columpiándose la pelusa en estertores.
El cielo es un techo blanco
y dios es un tacto paliativo
que se intuye borroso y oscurecido
manejándonos sobre un impreciso hilo
cuya tirantez nos ovilla recuerdos,
sorbos que se desnucan prontos.
Sudamos febriles, sin cansancio,
con un azogue escapista que nos aquieta,
acaparándonos carne, desdibujados órganos,
secuelas de haber sido sin ser
cual envés disminuido y paralelo
que nos argumentara enrabietados
en un suspiro que revienta inmóvil.
Al lluvioso monte de nuestra frente
aterrizan besos calamitosos
como dádiva sepulcral y fatua
que pulula en nuestras cejas remotas
y nos aqueja en un grito
fundido al moratón de una vena.
La estación del tiempo difiere,
horripilantemente pausada, morbosa,
gotea desde el infinito
y se maquilla con olor viciado
que yace marejada en las sábanas.
Al final, siempre es una de las soledades
la que nos toma la mano,
inconclusa, inexperta, remontada,
plegada al cuchillo que trocea el aire
y que nos duele al frente y al costado.


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viernes, 3 de enero de 2014



La única verdad la lleva el viento
escaleras abajo, al resguardo del horror
que crepita tras el incómodo reflejo.

Sangre derramada, tormentos,
la falta de una carne dependiente
escurrida sobre el hueso atónito,
el alarido al cielo desde la cima,
sólo viento inconstante,
agazapado, redimido, parco,
viento imponente, ululante,
cruel y manso, helador y cálido,
sólo viento sobre
viento farsante.

Kabalcanty©2014


(Fotografía de José Humberto Dávila)