lunes, 30 de septiembre de 2013






- Para mi amiga Marian -



El mundo no es una puesta de sol,
ni una noche con todo el favor de las brujas,
es tu beso apasionado, auténtico,
presiento,
el peso que yergue tus hombros
de la mano mundana que pulió
tantas soledades hasta bruñirlas;
aquí y ahora, al lado,
y desde aquellos hangares
que hoy duermen autobuses
y mañana conocieron mundo.


El epicentro del mundo:
vuestras manos en un abrazo bestial
crujiendo a la mediocre realidad
de una coordenada fallida.
Es el mundo creciendo entre los pies,
los dedos enraizados
entre una tierra caliente,
casi desconocida,
y una bóveda tan celeste
en todos los horizontes
de par en par.

Kabalcanty.copyright©30septiembre2013



miércoles, 25 de septiembre de 2013







El alcanfor en tu maleta
descerrajó la lágrima que no quise.
La euforia de tu vuelta
resonaba en otras voces
sobre la singladura de una pared.
Viajabas tu ausencia
y la demorabas perdido.

Kabalcanty©2011


martes, 24 de septiembre de 2013

PUNTO DE INFLEXIÓN






PUNTO DE INFLEXION



Te esperé en el bar Alemán
las horas en las que quise
reflotarme en el cubo de hielo
que se deshizo en mi café.


Me distingo en abril,
caminando Princesa abajo,
sin tino, sin pies verdaderos,
empujado sólo por inercia.
Gentes que acogen la calidez
con livianas ropas festivas
y  que, risueños a mi paso,
se uniforman de bullanga.
No pensaba en nada,
tiraban de mí Gran Vía,
Castellana, Santa María de la Cabeza.......
Volví al bar en siete días,
con un hatillo de esperanza
y dos paquetes de “Ducados”.
Ya no esperé tanto,
tal vez menos de lo que creo.
Llamé a tu casa
convencido de tu enfermedad,
de unos traviesos exámenes.
Pero no. No estabas.
Habías salido pronto,
pronto, tan pronto
como el sábado pasado.
Colgué el auricular y salí.
El tráfago orquestaba la tarde,
aquella tarde calurosa,
infesta de primavera.
Tomé cervezas sin ganas,
sujetando mi huesuda osamenta
sobre barras que deletreaban
un destello que se superponía
al mutismo que se cernía fantasmal.
Erré por un parque con niños,
evitando siempre el jolgorio
maduro de calles y avenidas.
Se endurecía en mí
una funesta compañera
que primero me ciñó las piernas,
luego, pecho y garganta,
hasta que se coló en mis ojos.
Con su humedad sentías frío,
el horizonte siempre más allá,
su silencio te punzaba las sienes,
mis ojos ya eran sus ojos.
Cabalgaba ella de día y de noche
disfrutando de todos los desiertos
con su zumbido victorioso
acompasando mi respiración.
Otra vez regresé al bar Alemán,
a la hora de siempre,
pero sólo observé por las cristaleras
los huecos que no hallé:
todo estaba límpido, barrido,
no había nada cercano, familiar,
tampoco había clientes, ni camareros,
puede ser que tampoco estuviese el bar.
Puse un pie en el espejismo,
pero retrocedí de estampida
en una carrera sin meta.
Una lágrima, tan sólo una,
mereció mi huída.
La contuve hasta el no más,
salió vencida, puntillosa de sangre,
arrebolada, confusa, desvalida,
y se condujo al bosque de mi bigote.
Después, todo fue de lo más rutinario:
me emborraché con unos amigos
para armarme de alegría;
me enamoré de los amores
que tendía a diario en mi cuarto,
sin ventilar por recelo;
me compré camisas a rayas;
y marché al ejercito
sin opción a réplica.
Mi funesta compañera y yo,
inseparablemente,
irreductiblemente,
irremisiblemente,
irrevocablemente,
irreprimiblemente,
irrefrenablemente,
irreversiblemente,
irretractablemente.



Kabalcanty©1980

lunes, 23 de septiembre de 2013

CONCIERTO






- CONCIERTO -
(Diciembre 2011)




                                                       ".... Oigo
                                                         una voz que clarea. Lentamente
                                                         los tejados sonríen cada vez más extensos......"
                                                                      (Luis García Montero)




La música nos rodea, nos empapa
con su paz intravenosa.


Mis neuronas se repliegan,
se ciñen al pacto
y menguan su anarquía.
El cántico es sólo belleza
enramado en lo alto del templo,
tan alcanzable, tan nítido,
tan a mano que se desbarata
en un hálito que me surte
de colores los labios sellados.
Sobre la espalda del pianista
se presta lo mejor de mí,
lo que se escapa a mis palabras,
lo que me olvida del mundo,
el abrazo que doy en la niebla
al compás del grito que me vacía.
Lo imagino como el principio
que urge un umbral cercano
y sólo adolece lejanías,
la torpeza de socavar cielos
sin remover el ascua adosada.


La música nos rodea, nos empapa
con su paz intravenosa.
Me desduda sin responder,
me concilia, me sugiere,
me olvida, me sanea.

Kabalcanty©2011


sábado, 21 de septiembre de 2013

PAUSA





PAUSA



Una página déspota
infringiendo su desdén
desde una crepuscular calma
desbaratándose altanera
con bufido nocturno.
Sé que mis manos callan,
que no hallaran hervor
en el chasquido del día,
que tendré que cubrirlas
con archivos de sueños
que amarillean mi colchón.
Y es que es verano,
la luna se adueña
del confín impreciso
que riela su mensaje.


Kabalcanty©2009

jueves, 19 de septiembre de 2013

SABATO





- SABATO   (30-4-2011) -

“El mundo nada puede contra un hombre que                
 canta en la miseria”     (Ernesto Sabato)



Se riza la oscuridad más allá de sus pasos,
es negrura física, rocosa, que se ríe de la noche
y que nunca flaquea por una migaja de albura.
Le humedece el sudor y le castañetean los dientes,
pero anda erguido, trazando borrones en la hoja
que aclarará con ginebra en un boliche fluorescente,
allende demás sinlunas y horrores de la ceguera.
Reclama el vértigo de la traición noctámbula
y no asquea derramarse por su tobogán,
aunque sus ojos de cristal le adviertan,
con esa punzada que le resfría el alma,
de la apacible poltrona y la fraternal lámpara.
A veces lloró, si, cuando le contaron de ayes amados
oscurecidos con los testículos quemados
o con las vaginas desgarradas por tuberías de plomo.
Siempre abyecta oscuridad, tul negro constante.
“¡La concha de sus madres!”, maldice el argentino
y redacta, desnudo al sol, su esclarecedor Informe.
Y no más: querés aclararte el hígado,
desdices la pluma, te revives,
tu vista es un tizón detrás de tus gafas,
te inundas de digestiones mansas
y duermes, por fin duermes.
No más letras para anochecerte la vida,
no más fracasos que te impongas descontar.
La vida puede ser un hombre que canta en la miseria.
Entonces pintas, pintas los colores que no sueñas,
ese desplome del párpado que te desnuda oscuro,
pintas lo que anida en el torbellino de tu voluntad,
no pintas la derrota de tus ojos, la última,
la esquinada que siempre rió de la noche.
Guarango amanecer,

no le ilusiones más.

Kabalcanty©2011

miércoles, 18 de septiembre de 2013

IMPORTANCIA DE SER





IMPORTANCIA DE SER



Nos decimos comunistas, capitalistas,
miembros del mejor club del mundo,
socialistas o nacionalistas,
y con el atavío estrenado,
nos sentimos llenos de gracia.
Poco importa lo que hagamos,
lo que nos hizo llegar a pensar,
lo que realmente somos.
Poco importa, si vestimos la etiqueta.
Nos sirve un solo voto
para humillar al defenestrado
que colgó su traje nuevo
en una percha distinta.
Frescos y superiores,
como las comuniones de niños,
nos invade la certidumbre
de poseer la más vistosa bandera.
Nuestra mayoría arropa,
vencido el estupor individual,
nos encarama al podio
y nos agita entre hélices
que pintamos con libertad,
solidaridad y compromiso.
Con los años, posiblemente,
evitaremos los espejos
y a los libros que nunca leímos
les pondremos lomos lustrosos
para exiliarlos en estantes
que ojos ajenos evalúen.   



Kabalcanty©2009




Fue el signo de la noche:
una feliz pereza inalterable
que colgaba ajena del almanaque.
Un brindis espontáneo, sin razón,
y un elocuente silencio
enroscado en un obstinado deseo.
Bailamos en el quicio de la barandilla,
forajidos entre el bien y el mal,
mientras el esperpento del vértigo
se retorcía aburrido en el fondo.
Encelados en la noche, sin duda eternos,
redimidos de todas luces.

Kabalcanty©2013


lunes, 16 de septiembre de 2013

AL UNO Y OTRO LADO DEL PRINCIPAL






AL UNO Y OTRO LADO DEL PRINCIPAL



Por cientos de miles se contaban los cadáveres
civiles que asoló la Gran Guerra de la Avaricia.
En nombre de la libertad, los ejércitos,
aquellos que desfilaron con bizarría y orgullo
seis meses antes del silencio del fin,
elevaron los estandartes sobre fosas comunes.
La tecnología permitió fulminar miles de enclaves
(puntitos rojos en el ordenador de a bordo)
sin escudriñar la sangre, ni las lianas de intestinos
pendientes de una verja o de un árbol chamuscado.
Todo como un juego que, otrora los soldados jóvenes,
disfrutaron en la pantalla de una computadora.
Las aguas de los ríos se convulsionaron en rojiza
pasta, solidificada  en las orillas como piel.
Los mares trajeron troncos panzones humanos
que vigilaron los submarinos nucleares al pairo.
Las ciudades se convirtieron en escombros y carne
despedazada que famélicos canes supervivientes royeron.
Ni un solo pájaro, algún bombardero digitalizado
que, pesadamente, enturbió el celaje azul de conserva.
Los militares, virtuales vencedores de la contienda,
se afanaron en almacenar alimentos básicos
para fortalecer la baja moral de la tropa.
Los sobrevivientes, ennegrecidos por la miseria
que sorprendió sus vidas rutinarias y afables,
destruido el cascarón de sus felicidades,
suplicaron raciones a los recelosos uniformados.
Pero una amenazante pandemia surcaba el aire,
vertida en boletines que advertían del peligro
de las radiaciones acogidas por los civiles.
Los acuartelamientos fueron masivos
y los gobiernos se diluyeron en Juntas Militares.




Con los meses, en una constante similar,
todos comenzaron a preguntarse por la victoria.
Hasta a los dioses, en aquel verano caluroso,
les pareció insoportable el olor a putrefacción.
Todo se trataba, como se advertía por radio,
de los irremediables daños colaterales.



Kabalcanty©2009

sábado, 14 de septiembre de 2013





Suéname trueno incipiente
tras la tormenta encallada,
truéname silente
en los labios de tu sexo
y dejémonos
rodar al vano estruendo.

Kabalcanty©2013


jueves, 12 de septiembre de 2013

HUIDA BAUTISMAL

HUIDA BAUTISMAL







De la fila del paro salí  huyendo
por una calleja húmeda y fangosa.
La estela que dejaba se hizo cerco
para la pérfida memoria que estorba.
Odiaba seguir siendo mero instrumento
de hordas de políticos procaces,
empresarios nominadores de siervos
o letra impresa para los dominicales.
Mis piernas me respondían por luengos
avatares que perseguían cesar mi sprint
entre millones de agujeros negros,
murallas del tumor del subsistir.
En infinitos maratones de muertos
habitaré mi sudor y mi lucha vana
porque la estupidez de estos tiempos
años hace que se escaparon de escala.

Kabalcanty©2011


(Lienzo de Miguel Fructuoso)

miércoles, 11 de septiembre de 2013







Al alcance de nuestros ojos cansados
teníamos todo lo restante,
atrás dejábamos la destrucción
que se retorcía en sus últimas brasas.
Sonreíamos al azul incalculable,
consumidos de desesperaciones,
sin decir palabra alguna,
absortos en esa última estancia
indómita, acuosa y acogedora.
Bastó el paladar salino
para que nos adentráramos
convencidos en las aguas.

Kabalcanty©2011




martes, 10 de septiembre de 2013

LOS CONTORNOS DEL DESEO






LOS CONTORNOS DEL DESEO



De puntillas, asomados al ventanal
henchido de lo que deseábamos,
nos dejamos en una sonrisa bobalicona
para mostrarle al mundo los talones.
Nos agarramos tan fuerte a sus aristas
que tanto doña Razón, con mesura,
como doña Moral, con soflamas,
no pudieron desgarfiar nuestras manos.
Nos deleitaba vernos ingrávidos,
danzando al son orquestado del mutis,
con una pose que irradiaba dicha,
y poco importaba si sus hieráticos pasos
trastornaban nuestros ojos advenedizos
y los iluminaban con sombras.
Nos tomábamos las manos sin roce,
convencidos de aquel anhelo íntimo,
filmado con tantos desechos de sueños,
y las atábamos a nuestra cintura
para sostener el tiempo al máximo
sin topar con la rudeza prosaica
que amorataba nuestros pies.
Cuando llegaba la hora de los visillos,
la corneta que desdecía la certeza
de que habitaríamos el locuaz reflejo
que coloreaba nuestras pupilas,
entonces las lágrimas nos buscaban,
pero nos decíamos, con tanta fe,
que mucho nos dolían las punteras.


Kabalcanty©2011

lunes, 9 de septiembre de 2013




El desagüe suspiró aliviado
haciendo gargarismos
hasta que el silencio fue goteo,
una secuencia que trajo
un jirón de inmortalidad.
Es posible que el cielo
no fuese azul,
tal vez ni hubiese techumbre
bajo los mortales,
sólo la esperanza de una gota densa
culminando un cierto sonido.

Kabalcanty©2013

(Lienzo de Dominique Lecomte)

domingo, 8 de septiembre de 2013

A LA MEMORIA DE MI MADRE







(A la memoria de mi madre)

La falda larga tableada,
a horcajadas el viento en tu cuello,
tu cutis rutilante bronce,
tu rictus contenido, serio.
Los demás en tus caderas
y tus ojos verdes al cielo.
Peña Prieta cuesta abajo,
abultando el bolso, deseos.
Piropos acelerando
tus tacones de charol nuevos
hacia la centenaria esquina
donde te aguardaba el beso.



Kabalcanty©1995