martes, 26 de junio de 2012

AGOSTO JUNTO AL MAR CON MI HIJO HÉCTOR



AGOSTO JUNTO AL MAR CON MI HIJO HÉCTOR


Sin esculpir tu perfil,
sin las dentelladas del tiempo
que desmantelan la pureza,
te observo filtrado en mar,
mar cansino sin templanza en olas,
salitre tiñendo tu algodonosa mandíbula.
Huele tu bondad en tus ojos humillados
e intuyo tu futuro como una ausencia
tan sempiterna como ala de la nada.
Oyes música por tus auriculares,
sentado en la mesa, ido de mí;
mi jarra de cerveza te viste áureo
vagabundeando, halado en el mar manso,
tras cortinas burbujeantes que enredan
tu pulso por alcanzar la otra orilla.
La vida, me embebo con bocanada
de viento marino que envuelvo
con rizadas volutas de mi cigarrillo,
cruza sus torneadas piernas frente a él
y suspira huracanada lascivia.
Mi hijo sonríe y amarra sus ojos
a los dedos desnudos de sus pies.
La luz rojiza nos va oscureciendo.
La Luna no promete nada, inerte,
claveteada en un mosaico premeditado.
Sufro por su perfil inacabado.
Sufro por su silencio musicado.
Sufro porque, sin duda, sufrirá.

1 comentario:

  1. Tan real es el cuadro que has pintado, que nos deja niebla en los ojos. Padre e hijo aferrados al hilo del tiempo, que es tan inseguro como el balanceo de dos trapecistas. ¡Aplausos, Maestro!

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