martes, 15 de enero de 2013

EN HOMENAJE A ELÍAS SENDER (*)







EN HOMENAJE A ELIAS SENDER(*)


Te distingo en el centro comercial,
todavía tu Werther en el bolsillo.
Andas despistado, cargado de espaldas,
tienes teñido el cabello y las deportivas rotas.
Te intuyo mirando por el ventanal
(hermoso día de primaveras perdidas)
acaparando un horizonte que custodian edificios
y pendiente de un beso que nunca tomaste,
que se secó sobre amarillentos folios,
ni siquiera hoy polvo de incineradora.
La megafonía te incita al movimiento,
mas tu quietud es tan glacial, tan sincera,
que sólo vibra la telaraña de tu boca
embromando el fútil paseo del arácnido.
El ridículo cartel de “rebajas”
oscila en esa mano que llevó la mía
en el alud de tribulaciones veinteañeras
sobre ríos en verso donde los días
estaban tan henchidos que faltaban horas.
No deseo tocarte para no sentir tu indiferencia,
ni hablarte para no escuchar tu infinito silencio,
ni siquiera me sirve ya la prudente lejanía
    que me aprisiona en esta negación marmórea.
Porque te reconozco en el centro comercial,
todavía tu Werther en el bolsillo,
con mis compras en bolsas que parapetan
esta osamenta que también es tuya.
                              


(*): Personaje ficticio de mi adolescencia, mi primer personaje, del que perdí todo rastro escrito.


    Kabalcanty©2011




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