sábado, 12 de noviembre de 2011

Y DUELE


- Y DUELE -

Sellas tus párpados sin mirarme

y te enrocas a tu espalda

contrayéndote a mis dedos.

La senda de tus besos oscurece

en un invierno tan crudo

que pende su silencio en estalactita.

Sin duda mi muerte no es terrenal,

no yazgo macilento y sin latido,

mas me adornan punzantes lágrimas

que enrejan mis ojos nocivos

y despellejan mis pies enraizándolos

en tamaña quietud que me sepulta.

Tu corta pero afilada distancia

me deja sin ramas, sin dúctil boca

que te amolde a mis palabras,

es el embozo del vacío que huí

cuando me sostuviste con tu sonrisa.

No insinúes mi deriva,

sea tu impronta dolorosa en mi mejilla

y prescindir del relieve de tus ojos,

pero equilibrarte al canto de mi uña,

unívoca, amor de mis amores.

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